26 de diciembre de 2013

Noches estrelladas




Se oscurecieron los silencios,
   el mar y el tiempo.
Las rocas
comenzaron a soñar.
Hemos cosido los labios de la tristeza
y recubierto de cal y arena,
una a una,
las grietas de nuestra tierra...

Fue la levedad de la primavera,
el rencor de las flores al medrar,
la calidez de los susurros
y la fatiga de los que no iban a levantar cabeza…

No me resignaré:
a que el tren no pare en el apeadero,
a que las pestañas se fosilicen,
a que el sueño venga y no se marche,
a que las noches sean,
de verdad,
noches estrelladas.


JANDRO DQ. 

17 de diciembre de 2013

Cuestión de fe

He estado elucubrando diversas teorías
sobre el fin del mundo,
pero sin jinetes, ni apocalipsis,
–algo más profano
como un botellón mundial,
una orgía multitudinaria
y luego un suicidio colectivo,
Ritmo 0 de  Marina Abramovic;
la última gran performance.

Sin embargo me acuerdo de ti,
de haberte visto a lo lejos,
entre Platón y la teoría de los mundos posibles
levantándonos las miradas
apenas cinco segundos.

Empezó a llover;
yendo por las calles empedradas de las nubes blancas
me di cuenta de dos cosas:
que hace ya casi un año
y que escribirte como a ella
es solo una cuestión de fe.



Creo que la humanidad, por hoy,
puede estar a salvo.

16 de diciembre de 2013

No me esperes.




En este cálido invierno
que inunda de agosto
los días de enero.
En esta estación de trenes
donde, solamente,
hay billetes de ida sin vuelta.
En esta solitaria ciudad,
donde
ni siquiera hay castillos de arena en el aire
y
ellas solo caminan;
no quiere volar ni soñar.
En este exilio,
en esta galera del látigo y del cuchillo,
en esta cárcel,
en este cementerio de vivos,
solamente digo y replico:
piedad.

A las ocho,
 no me esperes
en el parque del olvido,
ni debajo de ningún árbol.
Hubiera querido contarte
lo que no me atreví
a decirte a la cara
ni susurrarte al oído.

Y si esta carta no llega a destino,
y si mis letras se pierden
y si el mensaje queda en al aire,
espero,
que aunque no hagas acuso de recibo,
mandes un ramo de lirios
a la calle del amor Nº 8 5ºb.

A tu puerta llegará una carta certificada,
como certifican
el suicidio los que ya no tienen nada que perder.  



JANDRO DQ.

10 de diciembre de 2013

Ice Dance, de Shirley Walker

Todo quisiera ser, indefinido,
en torno a ti: paisaje, luz, ambiente, 
gaviota, cielo, nave, vela, viento...
ÁNGEL GONZÁLEZ
Las calles de nuestra ciudad
vacías;
la cara descubierta
frente a este frío de noviembre
que se resiste a olvidarte.

7 de diciembre de 2013

¿Normalidad? ¿Quién es normal?




"El grito" Edvard Munch.
Y estoy solo
en la triste y sombría
oscuridad.

No quiero odiar,
ni oír,
ni callar.
ni ser inerte.

Quiero amar
y reír
y hablar
y cantar
y gritar por las calles
cuando no haya nadie.
Quiero hacer,
sin que nadie me mire extrañada,
lo que me dé la gana.

Mi problema
es que
no quiero ser normal.
Y, desde luego,
que escribiendo
e intentando combinar versos
me voy a volver
aún más loco

que el poeta más cuerdo.





JANDRO DQ