Los taxis y los omnibús
iban llenos de besos
(Ernesto Cardenal)
Te recuerdo, Amanda:
la calle mojada
las Vans amarillas
y los ojos gastados.
Esperas el semaforo.
Son veinte segundos.
Te recuerdo, Amanda:
la boca cerrada,
las manos vacías
y la calle llena de rostros ausentes.
Esperas el semaforo.
Son cinco segundos.
Y te fuiste.
Y
te
fuiste.
Y te fuiste
sin haberme visto
sin haber sabido
lo que habría pasado,
lo que habrías vivido,
si me hubieses visto.
Te recuerdo, Amanda,
pero casi ya te olvido.
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