11 de enero de 2013

Ex-niño

Ayer fui a la misma calle
en donde hace unos años encontré aquel cuaderno de poemas
que estaban escritos con tanta pasión.

Ahora me siento y me sobrevienen
la melancolía y las ganas de leer aquellos versos
que resultaban aparentemente ajenos.

Recuerdo que poco me duró aquella tempestad en las manos:
cómo rápidamente apareciste para reclamar
lo que te pertenecía.
Y lo cogiste y huiste en el último vagón
de aquel lento,
agónico,
y ya tan lejano tranvía.


Pero aún me viene a la cabeza el final de un poema que decía:

Eh, tú, responde: te quisieron y te pegaron
una patada en la cabeza. Pero ni siquiera te molestaste 
en levantarte. 

Ahora los gritos ya se callan: 
¿acaso los escuchas?
Se han callado e ido,
everyone left you
y ahora eres un niño convertido anciano.

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